domingo, 10 de octubre de 2010

La técnica sola no basta. Parte 6 de "Vocación Directiva. Algo sobre estilos de quien dirige" (only in Spanish).

Moverse en el eje vertical: conocimiento personal, porque la técnica sola no basta.

Para poderse mover en el plano de la orientación a las personas hay una primera persona a la que orientarse, y es la propia: gestionar primero el propio proceso de aprendizaje.

Uno de los bloqueos más frecuentes es el que se les presenta a muchos MBAs hacia el fin del programa es el de no sentirse en grado de administrar las diversas nuevas alternativas que se les presentan. Muchos ven un nuevo universo de actividades posibles y atractivas por delante, desconocidas hasta ese momento. Algunos, riendo, me dijeron que hubieran preferido no tener tantas alternativas para elegir. Este es el problema del manejo de la libertad, que si uno es verdaderamente libre, debe estar en condiciones de gestionar “demasiadas” alternativas.

Si bien se pueden encontrar métodos que ayuden a decidir sobre estos dilemas, el verdadero problema pasa por la falta de autoconocimiento. Este es el motivo por el cual no se consideran todas las alternativas posibles, o se eligen de acuerdo con criterios de valoración que no son los auténticos del individuo, o los que éste es capaz de llevar adelante.

Entonces, conocer mis límites y mis capacidades es fundamental para resolver problemas directivos. “Los escritores aprenden escribiendo; los hacedores, haciendo”, sostiene Drucker. Hay personas que no fijan conocimientos si no es por experiencia propia. Quizás la forma que más se adecua a lo propio sea un mix personalizado entre escuchar, probar, leer. Drucker reconoce al menos seis formas diferentes de aprender. Algunos aprenden escribiendo, otros haciendo bocetos, otros de escucharse repetir o hablar... ¿Cuál es la que encuentro más indicada para mí? ¿La estoy usando?

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